domingo, 8 de febrero de 2009

El día que se me vino el mundo abajo


4/4/2008

Fue como sentir que el agua se escapaba de los dedos.
Me sentí tan frustrada que esa agua no era tal, era mi vida,
Que se marcho tan de prisa y un sabor de desazón me dejo en la boca.
Pero fue la realidad que me despertó y me dijo ya viviste,
Fuiste niña, aunque no como vos hubieses querido ser ni en donde y con quien estar.
Infancia amarga, triste, solitaria y lo que es peor despojada del hogar paternal.
La adolescencia pasó tan rápido que no llegaste a conocerla,
Cuando comenzó, cuando termino? Lo ignoro.
Se que de pronto era mujer y debía tomar decisiones, ordenar mi vida, solucionar problemas, de modo que me sean mas leves las heridas, trazar mi camino así fuese mas recto y corto, pero sin atajos pues sino me parecería al cuento de caperucita roja.
Mi camino el que yo debía recorrer sorteando piedras, escollos, agua, frío, calor, lluvia, barro, cruzar la calle sana y salva.
Callar las voces del que dirán sin saber realmente quien soy.
Lo logre, trabaje duro, forme una familia, crié hijos, hice una casa junto a mi marido, le di educación a los niños.
Perdón por ponerme en (YO) como el burro, no es que le estoy faltando el respeto a mi marido, pero estoy contando mi yo, mi vida, sacando mi alma afuera, la parte de mi marido que la saque (EL).
Soy madre orgullosa y abuela extremadamente contenta.
Pero que sucedió, me di cuenta que se me acabo el tiempo, para educar, enseñar, aconsejar, pues me llego la vejes y junto a ella la descreecia de mi capacidad.
No, no es que yo no me considere capaz, pero para los demás si lo soy.
Soy antigua, desvarió ¡Ho que horror me olvido de las cosas!
Soy discapacitada, como voy a cuidar a mi nieta discapacitada de cuatro años,
hipóacusica. MI ANGEL, MI PEDACITO DE CIELO.
Es inteligente, bella, alegre, simpática, dulce y es discriminada como yo por los idiotas ignorantes, que se creen cuerdos, capases, inteligentes ETC.
Para mi son minusválidos, pues no saben diferenciar, EL AMOR, LA COMPRENCION, LA ENSEÑANZA DE VIDA QUE NOS PROVEEN LOS AÑOS.
Por eso dije el día que se me vino el mundo abajo.
No porque me de por vencida, si porque me quitaron a mi nieta y le pusieron una niñera.
Que DIOS se apiade de los faltos de corazón, de los faltos de fe, de los faltos de amor puro, de los creyentes, que se atreven a juzgar en nombre de DIOS.
Pues lo hacen creyéndose tan justos, que ocupan su lugar.


ELVIRA SILVIA SCATTOLINI

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